Los ácidos: la clave para una piel radiante

¿Quieres uno de esos rostros radiantes que brillan con luz propia?

En primer lugar necesitas incluir los ácidos en tu rutina de belleza. Glicólico, hialurónico, ascórbico, salicílico… Seguidamente te razonamos el cómo, cuándo y por qué.

¿Qué son?

Aunque su nombre asusta, los ácidos son ingredientes esenciales en la nueva cosmética regeneradora que promete pieles perfectas y rostros luminosos. No todos son iguales ni hacen lo mismo: los alfa-hidroxiácidos o AHA (entre los que se cuentan el ácido glicólico y el láctico) y los beta-hidroxiácidos o BHA (ácido salicílico) tienen un alto poder exfoliante a diferentes niveles. El ácido ascórbico (la vitamina C) también, pero además es capaz de reparar manchas y marcas producidas por el acné. El ácido hialurónico centra sus esfuerzos en la hidratación.

¿Para qué sirven?

Los de efecto exfoliante rompen las uniones entre las células muertas que se acumulan en la superficie de nuestra piel. Así hacen más fácil que estas células se suelten y se eliminen. En realidad, este es un proceso que el organismo debería hacer por sí mismo cada 21 días. Pero, con la edad, la regeneración celular se hace más lenta. Los AHA y los BHA estimulan y aceleran todo este ciclo. Los primeros (AHA) son solubles en agua, aptos para todo tipo de pieles y actúan a mayor profundidad, con lo que, además de producir una renovación celular, activan la síntesis de colágeno. Los BHA son solubles en aceite y trabajan en el interior del poro, donde se deshacen de acumulaciones de sebo y células muertas. Su uso está más dirigido a pieles con acné.

Así pues, son la vía rápida para un rostro suave, perfecto y radiante. Al eliminar las irregularidades de la piel, su superficie se alisa y la luz incide de forma más directa. Eso es lo que da el aspecto de rostro luminoso. Con menos obstáculos todos los cosméticos que te apliques van a ser más efectivos. Es el preámbulo a una cura de piel intensiva.

¿Cuál elegir?

El ácido glicólico es para todas las pieles, no obstante las más sensibles deben empezar con concentraciones menores. Para granos y acné es perfecto el ácido salicílico. Sin embargo el ácido hialurónico sirve para hidratar. Y el ácido ascórbico para ligeras manchas.

¿Para quién?

Adecuados para los rostros opacos y sin luz. Los encuentras formulados en sérums, del mismo modo en tónicos que se usan con un disco de algodón después de la limpieza del rostro. Es conveniente que los uses mejor por la noche porque algunos son irritantes y otros producen fotosensibilidad (hacen que tu piel reaccione con el sol) y pueden producir enrojecimientos o manchas.

La línea Gabrielle Lyon te ofrece el nuevo sérum perfectum   idóneo para minimizar los poros, atenuar manchas, reducir imperfecciones. Posee ácido glicólico y también un activo regenerador, la alantoína, que minimiza las irritaciones. ¡Te dejará la piel perfecta, suave y radiante!

Así mismo, podemos hablar de una actividad renovadora de las células de la epidermis, consiguiendo que la piel quede perfectamente preparada para absorber cualquier tratamiento posterior de manera eficaz.

Nuestra línea Gabrielle Lyon te ofrece también el sérum sebo-regulador de la grasa, con ácido salicílico y el tónico de hammamelis que también lo contiene.

Además disponéis del sérum de ácido hialurónico Gabrielle Lyon para una profunda hidratación.

El sérum de ácido ascórbico Gabrielle Lyon centrado en difuminar pequeñas manchas y unificar el tono de tu piel.

En Gabrielle Lyon nos hemos propuesto un cambio en tu piel, así que elije tu sérum y comienza esa cura de tratamiento. Adelante!